En un movimiento hacia una distribución más equitativa de los beneficios y derechos tributarios entre las naciones, la OCDE está en la línea de frente del cambio con su proyecto BEPS, combatiendo la erosión de las bases imponibles y la transferencia de beneficios a jurisdicciones de baja o nula tributación por parte de las corporaciones multinacionales. El Pilar II emerge como una pieza clave de esta estrategia: propone un Impuesto sobre Sociedades (IS) mínimo global del 15% para multinacionales que superan los 750 millones de euros en facturación. Este pilar establece un umbral impositivo mínimo para el IS, creando la obligación para estas empresas de calcular y compensar cualquier déficit tributario por debajo del 15%. Esta iniciativa de la OCDE no es solo un paso hacia la transparencia y la justicia fiscal, sino un nuevo paradigma que redefine la fiscalidad corporativa internacional.
El Pilar II y su Convivencia con el IP-Box en España
El escenario fiscal internacional está cambiando y con él, las estrategias de las empresas. En España, la llegada del Pilar II no se anticipa como una tormenta que cambiará el panorama actual de recaudación, dado que, históricamente, las multinacionales españolas han demostrado una tributación efectiva global que supera el umbral del 15% establecido por la OCDE — con un 16,7% basado en impuestos realmente pagados y un 18,4% al observar los impuestos devengados en 2019.
Mirando hacia el futuro con el IP-Box, el cual establece un tipo de tributación efectiva reducido al 10% para ciertas rentas de activos intangibles, parece que el impacto será mínimo. Esto se debe a que la visión de la tributación debe ser holística, considerando no solo las rentas favorecidas por el IP-Box sino también otros ingresos corporativos.
Por tanto, la sinergia entre el Pilar II y el IP-Box sugiere una coexistencia armónica. Los incentivos fiscales del IP-Box, una herramienta vital para fomentar la innovación y el desarrollo tecnológico, no se verán minados. En MoneyOak, entendemos la importancia de este equilibrio y nos aseguramos de que las empresas puedan seguir beneficiándose del régimen fiscal del IP-Box sin contratiempos en esta nueva era fiscal.
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