El IP-Box (también conocido como Patent Box) es un incentivo fiscal que busca incentivar la innovación y la creación de propiedad intelectual e industrial en un país. Bajo este sistema, las empresas que generan rentas positivas procedentes de la cesión del derecho de uso o de explotación de ciertos activos intangibles, tales como: patentes, modelos de utilidad, certificados complementarios de protección de medicamentos y de productos fitosanitarios, dibujos y modelos legalmente protegidos, que deriven de actividades de investigación y desarrollo e innovación tecnológica, y software avanzado registrado que derive de actividades de investigación y desarrollo, pueden beneficiarse de una reducción de hasta el 60% en la base imponible del Impuesto sobre Sociedades.
A pesar de lo anterior, según los últimos datos que se publicaron por parte de la Agencia Tributaria, sólo un 0,15% de los contribuyentes por el Impuesto sobre Sociedades aplicó el IP-Box.
En el contexto de la economía española, un incremento en la aplicación del IP-Box tendría beneficios significativos, tales como:
- Fomento de la innovación: Al ofrecer incentivos fiscales a las empresas que invierten en investigación y desarrollo de nuevos productos, tecnologías o procesos, el IP-Box impulsa la innovación en el país y mejorar su competitividad a nivel internacional.
- Atracción de inversión extranjera: Al establecer un régimen fiscal favorable para las empresas que poseen propiedad intelectual e industrial, España atrae a compañías extranjeras que buscan beneficiarse de estas ventajas fiscales, lo que a su vez genera empleo y actividad económica en el país.
- Desarrollo de talento local: El estímulo a la creación de propiedad intelectual e industrial fomenta la formación de profesionales altamente cualificados en áreas de ciencia, tecnología e innovación, fortaleciendo así el capital humano y la capacidad de investigación en España.
- Incremento de la competitividad empresarial: Las empresas que apliquen el IP-Box mejoran su posición en el mercado al contar con recursos adicionales para invertir en la mejora y protección de su propiedad intelectual industrial, lo que a su vez se traduciría en un crecimiento económico sostenible a largo plazo.
En resumen, un incremento de las empresas que apliquen el IP-Box tendría un efecto positivo en la economía española, en la medida en que estimularía la innovación, atraería inversión extranjera, desarrollaría talento local y aumentaría la competitividad empresarial.